miércoles, 24 de julio de 2013

ELEGIR NUESTROS ALIMENTOS


Las sopas son una especialidad culinaria muy antigua
Son fáciles de preparar y pueden llevar multitud de ingredientes, lo que permite jugar con un amplio abanico de texturas y sabores. 
También suelen resultar muy económicas y siempre digestivas ya que su punto de partida, que es el caldo, aparte de ser un tesoro de aromas y sabores, lo es también de vitaminas y minerales, porque los que no se quedan en el alimento pasan al caldo, aprovechando así hasta el último nutriente.

Historia de la sopa
El primer vestigio de sopa se sitúa junto al descubrimiento del fuego a finales de la era cuaternaria. Los trozos de animales, que hasta ese entonces se comían crudos, desgastaba las muelas y sobredesarrollaban las mandíbulas. Con el descubrimiento de tan vital elemento, se permitió ablandar los alimentos en agua caliente y luego beberla. Sin embargo fueron los griegos los primeros grandes aficionados a los caldos, sobre todo al famoso “caldo negro” preparado a base de sangre de animales, vinagre y hierbas. El historiador Anatole France decía que la valentía de los espartanos en el campo de batalla se debía a que preferían la muerte a consumir tal brebaje porque, en sus orígenes, la sopa fue el alimento de los pobres. A la región sur de España, donde nace el tan popular gazpacho, los romanos la llamaban “el granero de Roma”, porque ahí se proveían de variados vegetales, granos y especies para la elaboración de refinadas preparaciones. Se sabe que Nerón, aficionado al canto, tomaba todos los días un caldo con puerros caliente al que le atribuía la propiedad de proteger sus cuerdas vocales. Durante la Edad Media, cuando cae el Imperio Romano, se empobrece la cocina europea. La hambruna se palió con sopas hechas sobre la base de agua, pan y cereales. Más tarde incluyó caldos elaborados con habas, huevos, zapallo, hinojos y sobre todo arroz, el que sazonaban con canela, jengibre, azafrán y ajos.

Actualmente, por factores que combinan dieta sana, beneficios del consumo de líquido y vegetales, la sopa está de moda. 

Como afirma Isabel Morales, nutricionista del INTA, las sopas están compuestas principalmente de agua, por lo cual son una excelente preparación para ingerirlas en períodos en que la temperatura limita el consumo de agua fría. Además, poseen un efecto de saciedad y son bajas en calorías (sus ingredientes habitualmente son cocidos o asados, pero no fritos) y poseen fuertes dosis de vitaminas y minerales.

Sopas instantáneas
Su contenido de aditivos químicos, colorantes, saborizantes, grandes cantidades de sal, los fideos de cocción instantánea y el glutamato monosódico, las convierten en una comida para no repetir, más allá de la comodidad que conlleva.El glutamato monosódico (GMS) es un aditivo utilizado para "potenciar el sabor" de los alimentos industrializados, como son los caldos en cubitos, las salsas, cubos de tomate y las sopas instantáneas.Algunos expertos indican que tiene un efecto tóxico sobre el organismo. Otros lo minimizan, pero la discusión no ha concluido. Así también ha de considerarse que algunas sopas instantáneas tienen más sal que cinco paquetes de papas fritas.


Todos los días tenemos la oportunidad de aprender a elegir y escuchar qué necesita nuestro cuerpo. 

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