Los momentos que se viven a pleno, no se olvidan. En estas próximas vacaciones tenemos una nueva oportunidad para compartir con los GIGANTES CHIQUITOS.
Sres. Adultos (familiares o amigos), acerquémonos a ellos, compartamos un pedacito de estas dos semanas, pero de un modo especial, con entrega, alegría , desafiando la creatividad y por que no decirlo también la tolerancia, regalemos nuestro tiempo pleno, ellos devolverán VIDA.
No se trata de grandes salidas (grandes gastos), se trata de querer compartir sus ganas de jugar y divertirse, ¿o acaso no es lo que buscan los niños ?
En lo personal guardo los mejores recuerdos del tiempo libre en familia con mi hija y mis sobrinos. Momentos de mucha ternura, intensidad, de sentir que la felicidad cosquilleaba la panza, risas al unísono. ¡HISTORIAS COMPARTIDAS!
Bañar al oso de peluche, hacer collage, chapotear los charcos con las botas de lluvia, juntar la hojas y luego pintarlas, inventar cuentos y recordar adivinanzas y trabalenguas, búsqueda del tesoro, tutti fruti y tiempo en la cocina: albóndigas, ensalada de frutas, galletas de limón, qué ricas!Tarde de plaza y merienda con mantelito de frutillas.
La infancia debería ser un cofre de hermosos recuerdos, donde poder acudir a buscar una sonrisa que nos devuelva la alegría.
Nostalgia… pero con aroma a juego y sabor a galletita.
“Me empapé de risa, de tibieza,
de nostalgia, y dejé a mi alma vibrar
al compás de emociones cotidianas”
Vivencias- Carlos Boaglio
¡Hasta el próximo encuentro !
Gracias por tan lindas palabras. Volver a la niñez, plena de colores, sonidos y aromas, y haber recibido el regalo de Dios de poder compartir estos espacios con mis nietos.
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