
La vida me regaló un montón de niños en mi familia, un
privilegio que agradezco por siempre. Son una
inagotable fuente de alegría y
aprendizajes. Van creciendo pero
todavía quedan algunos pequeños (¡por
suerte!)
En estas próximas semanas uno de ellos termina su
Jardín de Infantes. Como en tantos hogares este es un momento de orgullo,
felicidad y también nostalgia, verlos
partir hacia nuevos destinos, siempre es una experiencia FUERTE, nos conmueve e invita a recodar
Inevitable es detener el tiempo, de todas formas se
despedirán de las rondas y la “Carpeta Viajera”, abriendo nuevos caminos,
que los alejan de la salita verde, azul o rosa.
Que su andar los lleve a crecer en libertad, con
alegría, disfrutando del aprender a aprender y de valiosos momentos de camaradería. Cuando mañana sean adultos, seguramente más
de una vez, volverán a su jardín, este que hoy despiden, para recordarlo como
uno de los lugares que más huellas dejó en sus vidas.
Vino entonces a
mi memoria esta obra de Robert
Fulghum quien rescata los pilares que sostienen desde la escuela la primera infancia:
TODO LO QUE REALMENTE NECESITABA SABER...
LO APRENDI EN EL JARDIN DE INFANTES
(Extraído de “All really need to know I learned in kindergarten” de Robert Fulghum)
LO APRENDI EN EL JARDIN DE INFANTES
(Extraído de “All really need to know I learned in kindergarten” de Robert Fulghum)
Todo lo que realmente necesitaba saber acerca de cómo vivir, que hacer y cómo ser lo aprendí en el jardín de infantes.
La sabiduría no estaba en la cima de la montaña de la carrera educativa, sino allí, en el arenero del jardín.
Estas son las cosas que aprendí:
* a compartirlo todo.
* a jugar limpio,
* a no herir a los demás,
* a no pegar a los demás,
* a limpiar la propia suciedad,
* a colocar las cosas, una vez usadas, en el lugar donde habían sido halladas,
* a no quedarse con las cosas que no son propias,
* a disculparse cuando lastimas a alguien,
* a "tirar la cadena",
* a lavarse las manos antes de comer,
* a comer galletas tibias y a beber leche fresca porque son buenas para la salud.
* a vivir una vida balanceada: aprender y pensar, dibujar y pintar, cantar y bailar, jugar y trabajar un poco todos los días.
* a salir al mundo fijándose en el tráfico, tomándose de las manos con otros y manteniéndose juntos.
* a estar alerta a los milagros. Recordemos a las pequeñas semillitas en el frasco, las raíces crecían hacia abajo y la planta hacia arriba, nadie sabe verdaderamente como, o por qué ... y nosotros somos como ella.
Todo lo que necesitaba saber está allí en algún lado. La regla de oro, el amor y la higiene básica. La ecología, la política, la igualdad y la vida sana.
Toma cualquiera de estos puntos y exprésalo
con palabras sofisticadas.
Ahora aplícalo a tu vida familiar, tu trabajo, a tu gobierno o a tu mundo, y verás cómo se mantiene verdadero, claro y firme.
Ahora aplícalo a tu vida familiar, tu trabajo, a tu gobierno o a tu mundo, y verás cómo se mantiene verdadero, claro y firme.
Imagínate cuanto mejor sería el mundo si
todos comiéramos galletitas con leche a las tres de la tarde para luego
acostarnos a dormir una siesta. O si todos los gobiernos tuvieran como política
básica el siempre devolver cada cosa a su lugar y limpiar su propio enchastre. Y sigue siendo cierto, no importa la edad
que tengas, que cuando salís al mundo, lo mejor es tomarte de la mano con otros
y mantenerte unido
¡Hasta el
próximo encuentro!
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